sábado, 14 de febrero de 2009

Socialización sin escuela

Estas últimas semanas vengo reflexionando en relación a la pregunta (constante y ya un poco cansina) de si mis hijos "socializan suficiente" con otros niños al no asistir al colegio.
Como siempre la presión social tarde o temprano hace huella en mi y me incita a replantearse cómo hago las cosas. ¿Tendrán realmente suficiente socialización entre niños mis hijos?. Y entonces sucede que me pongolas pilas para quedar con otras familias que educan en casa o que aún no lo tienen claro pero que como sus hijos son pequeños, no los llevan al cole ni a guarderías. Sucede en esos momentos lo siguiente: pasamos 2 o 3 semanas sin parara penas por casa, los lunes casa de una familia, los miércoles excursión conjunta para visitar los almendros en flor del Pla de Corona (una preciosidad que merece la pena y que el turismo aún no ha descubierto, afortunadamente); comida en casa con los niños y taller de galletas y baño conjunto con los amigos. El jueves en casa de otra familia nos encontramos con 4 niños más, el sábado cena con amigos, el domingo cumple de amiguitos de 2 años, el lunes quedada en otra casa de familia que tiene animalitos (se juntan 8 niños entre 0 y 4 años, todos sin escolarizar), el martes taller de circo co papi y algunos niños no escolarizados y después encuentro en el grupo de apoyo a la lactancia del que formo parte, con más niños y amigosno escolarizados, el viernes: encuentro de familias que educan en casa y otras que los llevan a escuela libre... por la tarde... cupleaños de amigos escolarizados (9 niños de 2 a 9 años y mi bebé).
¡¡¡AGOTADOOOOOOOOOOOOOOOOOOORRRRRR!!!!
¿QUIÉN DIJO QUE NO SOCIALIZAN?
Lo mejor de todo es que la mayoría de encuentros fueron surgiendo, no estaban muy planificados, otros si, pero lo más importante es que ayer, volví a tomar consciencia de que en realidad no son los niños los que necesitaban socializar, era YO. Mi niña, de buena mañana ya no tenía ganas de salir, prefería quedarse en casita, tranquilita con el bebé y conmigo. sólo necesitaba que yo le dedicara mi tiempo y mi atención, el estar con otros niños la entretenía, pero no la llenaba, sobretodo cuando se juntaban muchosy pasó el día lloriqueando y demandando atención o buscando entre la multitud su espacio de soledad. Solo tiene 3 años y medio. Realmente no, no necesitaba socializar tanto con otros niños. Así que la semana que viene relajaremos los encuentros y los reducirems al tiempo en que disfrutan de estar juntos. Lo demás no vale la pena. Como muy bien me mostró mi compañero esta mañana mientras le comentaba esta reflexión: Es una cuestión de calidad, no de cantidad.

domingo, 8 de febrero de 2009

CRECER JUNTOS...

Es uno de los principales motivos por los que hace ahora 2 años, decidí con el apoyo incondicional de mi Amor Grande, que no deseaba escolarizar a nuestros hijos.
Simplemente deseo estar presente cuando se produzca la magia del crecimiento, del aprendizaje... ¡No me lo quiero perder!.
Lo estuve cuando la mayor encontró el pezón por si sola, cuando, se lanzó a gatear por si misma y cuando brotó la primera palabra de sus labios ("Papá"). Cuando dió sus primeros pasos sin ayuda, cuando descubrió que podía saltar sola desde el escalón, hacer una voltereta o abrocharse un botón. Cuando sonrió de satisfacción por haberse vestido y calzado o aprendido a nadar sin ayuda. Cuando reconoció su nombre escrito en el servilletero de papel, cuando "dibujó" sus primeras letras y fascinarme con su evolución. Alucinar con el proceso de escribir su nombre... Derretirme de placer al verla contar espontáneamente, añadiendo y restando unidades con sus deditos y deleitarme con las composiciones y letras que inventa para las canciones que crea.
Deseo estar así mismo con mi retoño de apenas unos meses pero que crece a un ritmo de vértigo,
sin más prisa ni presión que el ritmo que escojamos ese día, según el sol, el viento... la luna...

Deseo Crecer con ellos. Compartir mis intereses y mi propio crecimiento para que tomen de ello aquello que les plazca. Darles mi Amor y protección, mi confianza en sus capacidades para autorregularse y desarrollarse. Ofrecerles el entorno que permita desplegar su curiosidad y creatividad innatas y alentarles a aprender a aprender.

Y sobretodo deseo Conocerles. Permitir florecer a su Ser interior. Aprender juntos. Con contacto, con cariño y con tiempo para ello.

Llevarlos a la escuela no me permitiría hacer todo ésto. Por eso y por muchas otras razones que ya iré comentando, nuestra escuela es LA VIDA.