lunes, 28 de diciembre de 2009

Inspiración Waldorf cuando crecemos sin escuela

Pues la verdad es que me apetecía mucho colgar ésto aquí (es un post que escribí hace tiempo en un foro de homeschoolers) y os cuento por qué.

Uno de los motivos por los que crecemos sin escuela son los valores en relación a la Madre Naturaleza (o mejor dicho, la ausencia de ellos) que se da en las escuelas. Aunque es cierto que la ecología, la sostenibilidad y el respeto al medioambiente están de moda, lo cierto es que se abordan de manera superficial, a mi modo de ver.
Para mi, la reverencia ante la Naturaleza y todos sus elementos, el respeto y el despertar (o cuando menos el no cohibir o adormecer) la manifestación innata de asombro y veneración hacia lo natural y la Tierra, son tan importantes como el vivir el presente y que mis hijos puedan crecer con plena consciencia del aquí y ahora.

Y ¿qué tiene que ver esto con la pedagogía waldorf? Pues para mi mucho. A continuación os cito unas cuantas ideas fundamentales de esta pedagogía y que, personalmente, me atraen (también hay aspectos que no me llaman para nada, pero ahora no vienen al caso y si os interean mucho lo pongo en otro apartado).

1- Se da mucha importancia a la ritmicidad. Ritmos (que no es lo mismo que horarios) de alimentación, actividad, descanso... Ritmos personales (autorregulación) y ritmos estacionales y para ello propone la celebración de festividades relacionadas con las estaciones y los ciclos naturales, así como todas las actividades de preparación de las festividades concretas: en otoño: fiesta de la segunda cosecha (nosotros celebramos Mabón, que es como se conoce esta fiesta pagana), la "trencada" o la castanyada y que se corresponde en fechas con la fiesta anglosajona de Halloween y la festividad cristiana del día de todos los Santos. En invierno: el adviento anterior a la celebración del Yule (fiesta del solsticio de invierno) o la Navidad... y así en todas.
Para mi es algo natural, espontáneo, fijarme en los cambios que se producen en la naturaleza y por tanto en nuestra alimentación, ropa, juegos, canciones, cuentos...

Centro de adviento hacia la Luz del Solsticio de invierno

2- Se da mucha importancia a los materiales con los que interactúan los niños.

Éstos deben ser bellos (habrá que ver qué entiende cada uno por bello) y fabricados con productos naturales biodegradables, ante todo. Lana, telas, madera, fieltro de lana, muñecos de tela, tricotados o de ganchillo, telares, carpintería... Es importante que no sean juguetes excesivamente cerrados en sus posibilidades de juego y que puedan “crecer” con los niños (por ejemplo: las muñecas de tela suelen tener caras sin rostro o con los ojos, nariz y boca a penas insinuados, de manera que se facilite la creatividad en la expresión que el niño decida otorgar) y así todo lo demás… Además esto es muy importante porque pone al niño en contacto con la artesanía y por ende con el artesano y su labor. Y sobretodo estimula la creatividad de los niños a construir sus propios juguetes. Realmente hacen falta muy poco "material" entendidos como "juguete" para que un niño/a sea feliz y disfrute jugando. Tal y como decía el mismo Rudolf Steiner, "a lo sumo una muñeca, una pelota, una cuerda y un triciclo", eso si, siempre y cuando los niños puedan estar en la naturaleza gran parte del tiempo.(Reflexión que me viene a la cabeza más y más estos días de fiestas y regalos).

3- El arte tiene una importancia capital como forma de expresión del Ser en desarrollo. Es todo un máster el cómo enseñar arte en las escuelas waldorf, pero yo me quedo con la idea de la importancia de ofrecer herramientas, materiales… que permitan aflorar el arte: instrumentos musicales variados, danzas, canciones relacionadas con las estaciones y las emociones, pinturas con los colores primarios para que por si mismos puedan descubrir los secundarios, terciarios… Como decía más arriba, ésto va de la mano de la artesanía. POdemos darle valor a aquellas cosas hechas a mano, con paciencia y cariño, por encima de la estética, la moda o la publicidad. (Por suerte para nosotros, que no vemos televisión, aún podemos librarnos un poco de la influencia de éstas)

Pintando hojas de los colores del otoño con cúrcuma, chocolate y canela.

Hay más cosillas, como la importancia de leerles y contarles cuentos para el aprender a leer, escribir, pero también para soñar y jugar. Las letras y los números se introducen de manera vivencial y artística, a través de dibujos, historias...Y lo mismo sucede con las mates o la música. (Que de momento sigo investigando el cómo se acabaría de plasmar en nuestro día a día, pero bueno).

Vaya tocho me ha salido.
¡¡ES LA PASIÓN DE LO QUE ME GUSTA!!!

Algunos blogs que me han inspirado són el de María y el de Waldorf Mama , así como el blog the magic onions

A raíz de intentar entender estos blogs, se me despertó de nuevo el interés por recuperar el inglés y ahora ando leyendo (diccionario en mano) el libro "the Children´s Year" que aporta fantásticas ideas para trabajar las estaciones a través de manualidades y ropa para las diferentes festividades y acontecimientos propios de las estaciones.

Por otro lado, otro libro que me está encantando por su sencillez y profundidad al mismo tiempo es I love dirt. Sencillamente genial. Una aproximación a la naturaleza y sus cambios desde la experiencia vivencial con ojos de niño y acompañamiento de anciano del bosque.

Con este fresquito... apetece quedarse en casita calentito y salir sólo cuando el cuerpo pide un poco de aire fresco (no a las 8h de la mañana para ir al cole, claro. ¡Pues eso es lo que haremos!.

2 comentarios:

  1. Me ha encantado esta entrada. Desde que nosotros descubrimos Waldorf, nos enamoramos de esta pedagogía y aunque no implementamos todo lo que de ella sale sí que los ritmos, el arte y la reverencia por la naturaleza ya forma parte de nuestra vida.

    gracias!

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  2. Gracias. Aunque algunas cosas nos atraen no siempre es fácil llevarlo a la vida cotidiana al 100%. (Como lo de vivir con menos plásticos)
    Un saludo.
    Thaïs

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