domingo, 8 de febrero de 2009

CRECER JUNTOS...

Es uno de los principales motivos por los que hace ahora 2 años, decidí con el apoyo incondicional de mi Amor Grande, que no deseaba escolarizar a nuestros hijos.
Simplemente deseo estar presente cuando se produzca la magia del crecimiento, del aprendizaje... ¡No me lo quiero perder!.
Lo estuve cuando la mayor encontró el pezón por si sola, cuando, se lanzó a gatear por si misma y cuando brotó la primera palabra de sus labios ("Papá"). Cuando dió sus primeros pasos sin ayuda, cuando descubrió que podía saltar sola desde el escalón, hacer una voltereta o abrocharse un botón. Cuando sonrió de satisfacción por haberse vestido y calzado o aprendido a nadar sin ayuda. Cuando reconoció su nombre escrito en el servilletero de papel, cuando "dibujó" sus primeras letras y fascinarme con su evolución. Alucinar con el proceso de escribir su nombre... Derretirme de placer al verla contar espontáneamente, añadiendo y restando unidades con sus deditos y deleitarme con las composiciones y letras que inventa para las canciones que crea.
Deseo estar así mismo con mi retoño de apenas unos meses pero que crece a un ritmo de vértigo,
sin más prisa ni presión que el ritmo que escojamos ese día, según el sol, el viento... la luna...

Deseo Crecer con ellos. Compartir mis intereses y mi propio crecimiento para que tomen de ello aquello que les plazca. Darles mi Amor y protección, mi confianza en sus capacidades para autorregularse y desarrollarse. Ofrecerles el entorno que permita desplegar su curiosidad y creatividad innatas y alentarles a aprender a aprender.

Y sobretodo deseo Conocerles. Permitir florecer a su Ser interior. Aprender juntos. Con contacto, con cariño y con tiempo para ello.

Llevarlos a la escuela no me permitiría hacer todo ésto. Por eso y por muchas otras razones que ya iré comentando, nuestra escuela es LA VIDA.






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