miércoles, 30 de diciembre de 2009

Mesa de las estaciones : Otoño

Inspirada en la pedagogía Waldorf y la importancia de conectar a los niños y hacerles tomar consciencia del paso de las estaciones y los cambios que con ello acontecen, me animé a proponerles hacer una mesa de las estaciones.
Hemos empezado con la mesa del otoño.

La idea consiste en ofrecer un espacio a los niños (y a los mayores) donde ir colocando todos aquellos "tesoros" que encontramos en la Naturaleza: un centro de frutas o semillas, hojas, piedras, animales (de madera o fieltro o lana) mejor elaborados por uno mismo o por ellos y que nos inspiren en ese momento. Es como salir al exterior y traernos un poquito de otoño a dentro de casa, para seguirlo disfrutando también.
Nosotros colocamos tres velas (inspirada en "la trinidad: Tierra, Alma, Sociedad" que propone Satish Kumar)para recordarnos la importancia de las relaciones con Uno mismo, con los demás seres y con la Madre Tierra. También pusimos granadas, castañas, almendras, el farolillo de calabaza que hicimos, almendras y castañas. Piñas y piñones que recogimos en el bosque. Unas piedras con líquen y otras con musgo y unas setas talladas en madera que encontré en el mercadillo de segunda mano, además de la pareja de gnomos amorosos que nos acompaña desde hace años a Papi y a mi. Incluímos también una pareja de ratones tejidos a mano por una ancianita amiga nuestra que simbolizan la cosecha y el guardar cuando hay, para cuando no hay. y... ya no sé cuantas otras cosas más que los niños traen y se llevan.

Celebrando el otoño

Aunque ya no estamos en otoño, me apetecía poner aquí algunas de las cosillas que hemos hecho y que me gustaría que formen parte de nuestros "rituales" para esta estación.
A principios de otoño (que por cierto éste año ha sido de lo mas caluroso en Ibiza) celebramos una merienda de bienvenida al otoño o fiesta de la primera cosecha.
Cosechamos los primeros melocotones de nuestro pequeño melocotonero, asamos mazorcas de maíz y comimos pan asado a la leña. Me hubiera gustado hacer muñecos con las mazorcas de maíz, paro otro año será.


A finales de septiembre o primeros de octubre, ya no me acuerdo, celebramos la fiesta de la segunda cosecha (fiesta pagana de veneración a la Tierra y sus frutos, conocida como Mabón).

Centro para dar gracias por los frutos de la cosecha: granadas, uvas, las primeras nueces y algunashierbas medicinales, además de una liebre de pasta de sal como ofrenda a "las hadas de la cosecha".

Haciendo pan con los amigos (la panificadora se encargó de tener la masa lista para cuando pudimos amasar)

Nos pusimos coronas de hiedra y nos vestimos de "cosechadores" o de "baccos".

Cosechamos granadas, pisamos uvas y bailamos alrededor de la hoguera entonando cantos de otoño y de reverencia a la tierra. Os pego una que nos inventamos mi niña y yo el año pasado y otra que nos ofreció Rocío (creo que basada en un mantra de La casita verde.

"Avuí és la festa de les fades,
estem a la tardor
i ens ho pasem millor,
la, la, la, la.
Avuí és la festa de les fades,
estem a la tardor
i ens ho pasem millor,
la, la, la, la.
I cantarem,
i cantarem.
I ballarem
i ballarem
i tots juntets molt bé ens ho passarem!
I estem ballant,
i estem ballant.
I estem cantant, i estem cantant.
I tots juntets
molt bé ens ho estem passant!"


Y aquí va la de mi amiga Rocío:
"Tierra es tu cuerpo.
Tierra es tu cuerpo.
Agua tu sangre.
Agua tu sangre.
Aire tu aliento,
aire tu aliento.
Y fuego tu espíritu.
Y fuego tu espíritu"


Y así jugando, bailando, bebiendo el mosto que habían pisado las niñas y los niños... pasamos una tarde muy agradable entre amigos celebrando la suavidad del otoño ibicenco.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Inspiración Waldorf cuando crecemos sin escuela

Pues la verdad es que me apetecía mucho colgar ésto aquí (es un post que escribí hace tiempo en un foro de homeschoolers) y os cuento por qué.

Uno de los motivos por los que crecemos sin escuela son los valores en relación a la Madre Naturaleza (o mejor dicho, la ausencia de ellos) que se da en las escuelas. Aunque es cierto que la ecología, la sostenibilidad y el respeto al medioambiente están de moda, lo cierto es que se abordan de manera superficial, a mi modo de ver.
Para mi, la reverencia ante la Naturaleza y todos sus elementos, el respeto y el despertar (o cuando menos el no cohibir o adormecer) la manifestación innata de asombro y veneración hacia lo natural y la Tierra, son tan importantes como el vivir el presente y que mis hijos puedan crecer con plena consciencia del aquí y ahora.

Y ¿qué tiene que ver esto con la pedagogía waldorf? Pues para mi mucho. A continuación os cito unas cuantas ideas fundamentales de esta pedagogía y que, personalmente, me atraen (también hay aspectos que no me llaman para nada, pero ahora no vienen al caso y si os interean mucho lo pongo en otro apartado).

1- Se da mucha importancia a la ritmicidad. Ritmos (que no es lo mismo que horarios) de alimentación, actividad, descanso... Ritmos personales (autorregulación) y ritmos estacionales y para ello propone la celebración de festividades relacionadas con las estaciones y los ciclos naturales, así como todas las actividades de preparación de las festividades concretas: en otoño: fiesta de la segunda cosecha (nosotros celebramos Mabón, que es como se conoce esta fiesta pagana), la "trencada" o la castanyada y que se corresponde en fechas con la fiesta anglosajona de Halloween y la festividad cristiana del día de todos los Santos. En invierno: el adviento anterior a la celebración del Yule (fiesta del solsticio de invierno) o la Navidad... y así en todas.
Para mi es algo natural, espontáneo, fijarme en los cambios que se producen en la naturaleza y por tanto en nuestra alimentación, ropa, juegos, canciones, cuentos...

Centro de adviento hacia la Luz del Solsticio de invierno

2- Se da mucha importancia a los materiales con los que interactúan los niños.

Éstos deben ser bellos (habrá que ver qué entiende cada uno por bello) y fabricados con productos naturales biodegradables, ante todo. Lana, telas, madera, fieltro de lana, muñecos de tela, tricotados o de ganchillo, telares, carpintería... Es importante que no sean juguetes excesivamente cerrados en sus posibilidades de juego y que puedan “crecer” con los niños (por ejemplo: las muñecas de tela suelen tener caras sin rostro o con los ojos, nariz y boca a penas insinuados, de manera que se facilite la creatividad en la expresión que el niño decida otorgar) y así todo lo demás… Además esto es muy importante porque pone al niño en contacto con la artesanía y por ende con el artesano y su labor. Y sobretodo estimula la creatividad de los niños a construir sus propios juguetes. Realmente hacen falta muy poco "material" entendidos como "juguete" para que un niño/a sea feliz y disfrute jugando. Tal y como decía el mismo Rudolf Steiner, "a lo sumo una muñeca, una pelota, una cuerda y un triciclo", eso si, siempre y cuando los niños puedan estar en la naturaleza gran parte del tiempo.(Reflexión que me viene a la cabeza más y más estos días de fiestas y regalos).

3- El arte tiene una importancia capital como forma de expresión del Ser en desarrollo. Es todo un máster el cómo enseñar arte en las escuelas waldorf, pero yo me quedo con la idea de la importancia de ofrecer herramientas, materiales… que permitan aflorar el arte: instrumentos musicales variados, danzas, canciones relacionadas con las estaciones y las emociones, pinturas con los colores primarios para que por si mismos puedan descubrir los secundarios, terciarios… Como decía más arriba, ésto va de la mano de la artesanía. POdemos darle valor a aquellas cosas hechas a mano, con paciencia y cariño, por encima de la estética, la moda o la publicidad. (Por suerte para nosotros, que no vemos televisión, aún podemos librarnos un poco de la influencia de éstas)

Pintando hojas de los colores del otoño con cúrcuma, chocolate y canela.

Hay más cosillas, como la importancia de leerles y contarles cuentos para el aprender a leer, escribir, pero también para soñar y jugar. Las letras y los números se introducen de manera vivencial y artística, a través de dibujos, historias...Y lo mismo sucede con las mates o la música. (Que de momento sigo investigando el cómo se acabaría de plasmar en nuestro día a día, pero bueno).

Vaya tocho me ha salido.
¡¡ES LA PASIÓN DE LO QUE ME GUSTA!!!

Algunos blogs que me han inspirado són el de María y el de Waldorf Mama , así como el blog the magic onions

A raíz de intentar entender estos blogs, se me despertó de nuevo el interés por recuperar el inglés y ahora ando leyendo (diccionario en mano) el libro "the Children´s Year" que aporta fantásticas ideas para trabajar las estaciones a través de manualidades y ropa para las diferentes festividades y acontecimientos propios de las estaciones.

Por otro lado, otro libro que me está encantando por su sencillez y profundidad al mismo tiempo es I love dirt. Sencillamente genial. Una aproximación a la naturaleza y sus cambios desde la experiencia vivencial con ojos de niño y acompañamiento de anciano del bosque.

Con este fresquito... apetece quedarse en casita calentito y salir sólo cuando el cuerpo pide un poco de aire fresco (no a las 8h de la mañana para ir al cole, claro. ¡Pues eso es lo que haremos!.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Así estamos

¡Cuánto tiempo sin pasar por aquí...!
La verdad es que ya tenía ganas, pero no sé cómo lo haceis las otras mamis, pero yo no soy capaz de organizarme para escribir, tener la casa, comida y colada en mínimas condiciones higiénicas y además... atender a mis niños como quiero.
Si, si ya sé del carnaval de blogs sobre eltema. Me encantó leerlo, pero por supuesto no llegué a tiempo.
Voy a intentar resumir el momento educativo por el que estamos pasando y a ver si puedo escribir un poco más, para no sentir que se me acumula el trabajo. Ja, ja, ja.
Después de mucho leer sobre formas de educación en casa, la verdad es que aquella con la que más nos identificmos por el momento es con el unschooling. (Ver uschooling unmanual) Pero al mismo tiempo, por mi especial interés o conexión con la Naturaleza y la Madre Tierra, me resultan una maravillosa fuente de inspiración algunas ideas de la pedagogía Waldorf y he encontrado unas maravillosas páginas web y blogs (gracias a Maria de "mermelada de naranjas amargas") con inspiraciones maravillosas sobre libros, artesanía manual, celebraciones y ritos relacionados con la naturaleza y el paso de las estaciones, ¡hasta el punto de haberme despertado el interés por recuperar mi inglés perdido y volver a empezar a leer en el idioma de shekaspeare años después de haberlo abandonado por completo!. Si es que no hay nada como la motivación por aprender.
OS cuento un poco los libros que ultimamente andamos leyendo por casa:
- I love dirt.
- The children´s year
- The creative family
- Unschooling unmanual (lo ha leído Israel y está traduciéndolo conforme puede)

Como estamos en las fechas que estamos, hemos celebrado el solticio de Invierno, Yule (nombre de la festividad pagana del solsticio de invierno) con los amigos (lo cuento con detalle en otra entrada, si me datiempo). Y para la ocasión encargué el cuento : El huevo del Sol, de Elsa Beskow. Y de la misma autora "Los niños del Bosque"
También he encontrado otra pequeña joya a la que no me he podido resistir y que ya veré cuando hago entrega: "La gran Mamá hace elmundo" (visión altrenativa a la visión paternalista que estos días se ofrece con motivo de la navidad de los orígenes de la Creación, en versión cuento).
En fin. Andamos liados saludando al invierno, cambiando la "mesa del otoño" por la mesa del "invierno". Este, por ser elprimer año y como en Ibiza no nieva, me he inspirado en la página web "the magic onions" y vamos a montar una especie de paisaje de bosque mediterráneo para hadas. Ya pegaré alguna foto.
Y navidad, y me paso el día cocinando y mirando al bebé que ya anda y corretea por todo. Y aunque estoy intentando que estas navidades sean lo más naturales y artesanas posibles (decorando con adornos hechos en lana, galletas...)... no sé si lo voy a conseguir (cuesta librar a los niños del embrujo de las bolas de plástico, JA, JA, JA.

miércoles, 1 de julio de 2009

Autonomía

Hoy, por primera vez desde que nació Naia ha decidido que quería ir a comer a casa de su amiguita T.
Estábamos en la playa con ésta familia y T (medio año mayor que mi niña) le ha comentado que si quería ir a comer a su casa. Ha venido y me ha pedido permiso. Le he dicho que por mi sí (con cara de "es lo más natural del mundo" mientras yo por dentro mio flipaba, porque hasta ahora nunca le interesó algo así a no ser con mi madre o mi hermana).
He acabado de concretar con mi amiga que me avisaría si se cansaba o en cuanto quisiera que la fuera a buscar y... ¡ya! - ¡Adiós mamá!-
¡SE ME HA HECHO MAYOOOOR!

He pasado las siguientes 3 horas pendiente del teléfono hasta que he recibido la llamada. ¡Y he volado a buscar a mi Niña! ¡Tenía tantas ganas de verla, de que me contaran qué tal la experiencia...!

Todo ha ido genial, por supuesto y aunque tenía muchas ganas de venirse a casa me ha preguntado si otro día puede volver. ¡BUENA SEÑAL!

La verdad es que aunque prefiero que pase la mayor parte del tiempo con niños educados en casa y muchas "maneras" de esta amiguita no me gustan (y soy totalmente consciente de que son producto de la escolarización), lo cierto es que compartimos con esta familia muchos de los valores fundamentales para nosotros y mi amiga muestra un sincero respeto y aprecio hacia mi hija desde siempre y claro, Ella lo nota y a la vista están las consecuencias.
Además Naia necesita relacionarse también con algún niño/a mayor que ella (ya que en el grupo de familias que educamos en casa, Ella es la mayor). Y... prefiero que sea con estos niños a que busque amistades con las que no compartamos nada de nada (Aún así me aguantaría, son sus amisstades, no las mías).

En fin, que todo llega, aún cuando creemos que no, Ellos se manifiestan preparados y confiados si somos capaces de esperar y aguardar a que llegue su momento, sin prisas, sin forzar...

lunes, 29 de junio de 2009

REGALOS

El otro día fué el cumpleaños de nuestra querida amiga Cris.
Para mi hacer un regalo es algo emocionante. Desde siempre me encanta y me supone un reto pensar en un regalo especial para cada persona. Me encanta imaginarlo, hacerlo, ver las caras de satisfacción al recibirlo...
Además hace años que decidí que los regalos que hicieramos serían hechos por mi misma o mis hijos, nada de comprar cosas y si los puedo hacer con materiales que tengo en casa... ¡pues aún mejor! Creo que es una bonita manera de aprender a tener en cuenta al otro y a salir del consumismo imperante.

Éste es el regalito que confeccioné para Cris:



Representa los cinco elementos: aire (una pluma), agua (una concha), fuego (ámbar), tierra (una piedra) y madera (una semilla).

Celebrando el verano

Hasta hoy no he podido poner esta entrada, pero no quería que se me pasara porque forma parte de mis "intenciones" el celebrar las estaciones.
Me inspiro muchísimo las ideas Waldorf pero también le doy mi toque personal, no religioso, de conexión con la Naturaleza y la Tierra.
Para mi es importante observar los ambios que se producen en cada estación, no solo en las festividades, sino en la Naturaleza que nos envuelve: los árboles cambian, el clima, los animales, nuestra alimentación, nuestros ritmos, nuestras actividades...
Me hacía mucha ilusión celebrar una fiesta de Primavera pero... (por mil y una cosas) finalmente no pudo ser. Así que estaba decidida a celebrar el Solsticio de Verano con hoguera y farolillos.
¡Y ESO HICIMOS!
Naia había estado pintando unos cartones que agujereé y puse papel de seda por la parte trasera.


También forré unos vasitos de yogurt con papel de seda y aunque me hubiera encantado hacerlo con mi niña, Ella prefirió irse a casa de mi madre, a la que adora y hacía una semana que no veía.


Igualmente los hice yo, porque estoy aprendiendo que yo tengo que hacer lo que yo quiero hacer, si a ellos les motiva se unirán y sinó... tal vez el año que viene se acuerden de que había farolillos colgados y me pidan hacerlos juntos. O tal vez no, pero lo importante es que yo estaré muy a gusto con esos farolillos caseros que para mi encierran la idea de verbena, fiesta y verano y ese sentimiento es el que espero transmitir, luego la rutina de repetir año tras año se encargará del resto.

Pedimos pizzas y la nueva vecina a la que también invitamos, trajo unos dulces para postre (menos mal, porque yo había estado experimentando un postre y no salió como esperaba, ja, ja, ja).
Después encendimos la hoguera en la Tierra y yo expliqué un poco el sentido de esa celebración.
Escribimos en un papel (Naia dibujó) algo que no nos gustara y que queríamos dejar atrás y lo lanzamos al fuego.

Después hicimos un corro entre todos y cantamos una canción que inventé para la ocasión adaptando la letra de una canción muy conocida en mi familia. Os copio la letra:

Avui celebrem:
el Solstici de l´estiu...
Avui celebrem:
que l´estiu començarà!

I al voltant de la foguera...
la rotllana ballarà!
Llançarem al foc les penes
i el desitg es complirà!

Volem per a tots:
tenir ganes de gresca!
Volem per a tots...
tenir el cor animat!

Volem, volem, volem...
que estiguem tots alegres...
volem volem, volem,
que estiguem tots contents!

(música de la cançó dels borratxos de Castelló)


Y otra que en mi casa se canta desde siempre para la noche de San Juan:

A coger el trébol, el trébol, el trébol
A coger el trébol en la noche de San Juan...

Después pedimos un deseo para el nuevo año (no en vano se celebra la fertilidad, prosperidad y la abundancia, en la tierra y en los proyectos que nos traemos entre manos) y saltamos sobre las brasas entre risas.

Y para darle un toque mágico saqué bengalas y les conté que es la noche especial en que las hadas del verano hacen que las plantas sean más medicinales y aromáticas; que esa noche es más fácil verlas y que para atraerlas íbamos a encender varitas mágicas que brillan como hadas voladoras. ¡Y NAIA ALUCINÓ! Encendimos las bengalas y las hicimos volar hasta que se agotaron. ¡Más, más!- pedía mi niña. Y luego más corro y canciones... Lo pasamos genial.

Para el año que viene me gustaría invitar a mi tío Manolo y que nos toque la guitarra (como solía hacer todos los veranos desde que tengo memoria) y preparar una coca de San Juan casera (es similar al roscón de reyes y ya tengo la receta, ¡será cuestión de ir practicando!).
También me apetece recitar algún mantra juntos por la Paz (de los que estoy aprendiendo o igual me lo invento), vestirnos todos de blanco o amarillo y hacernos coronas de madreselva y morera. Creo que sería bonito también asar algo al fuego que luego pudiéramos compartir, quizás "pan de Sol" (lo de las palomitas mejor lo dejo para el solsticio de invierno) y hacer algún teatrillo de sombras chinas en relación al tema del solsticio de verano y ... ¡MÁS FAROLILLOS!.

jueves, 18 de junio de 2009

Pintura

Llevamos una temporada con bastante color en nuestras vidas y en particular en el cuerpo de Naia.

"¿Mamá quieres que te pinte a ti también?"

Creo que a estas alturas lleva ya unas 8 o 9 capas de esmalte de uñas en las manos y los pies. ¿Quién dice que para trabajar la motricidad fina -pintar sin salirse de una superficie definida- hace falta hacer fichas?


"Estoy disfrazando (maquillando) a mis bebés"

Yo trabajandome mi tolerancia y respeto hacia lo que Ella decide hacerle a SUS juguetes después de avisarle de que el esmalte no se quita.


"¡Míra! Soy un tigre!"


"Estoy poniendo sabores"
"el amarillo...de limón..., el marrón... de chocolate"
"¿Y el blanco?" pregunto.
"El blanco de nube, claro"
Yo: "¡claro!"


"Un pastel para que Inés lo corte en su casita"

Luego se acordó de que un día nos pintamos los pies y dejamos las huellas en el papel. Me pidió que la ayudara y estuvo dejando lindas pisadas de colores sobre el papel... y la cosa degeneró cuando empezó a bailar por toda la casa en el momento el que me fui a cambiarle los pañales al bebé. ¡Pero eso es otra historia!

Decorando con los amigos La Casita de Inés


Lo mejor es que disfruta tanto pintando... pintándose...
¡como con el fregoteo posterior!

La verdad es que me encanta verla disfrutar con la pintura. A mi siempre me ha gustado mucho pintar y dibujar y le ofrecí pintura desde que se mantuvo erguida.
Algo que hice con Naia y que hoy haría distinto fué pasar directamente a la pintura (al agua y ecológica) antes de esperar a que tuviera el deseo de representar algo. Antes de que me lo pidiera.
Le di colores y pinceles y luego me di cuenta de que a Ella lo que le interesaba era la textura, la temperatura..., no poner algo en el papel.
La pintura no era el medio, era el fin.
Intentando deshacer lo hecho, le propuse pintarnos las manos y plasmar la huella en el papel y una vez más la volví a dirigir.
Desde entonces ha estado haciendo Eso. Bueno básicamente pintándose una capa tras otra de pintura en las manos... luego incorporó barriga, pies... Hasta que el otro día pintó espontáneamente un "cuento para Inés" y dibujó (con pinceles) un sol y escribió su nombre. (Desde los 3 años y medio empezó a dibujar personas, luego soles, luego mariposas y frutas, pero siempre con ceras o roturadores, nunca con pintura).

Creo que hoy yo lo haría diferente, haría lo siguiente:

- Esperaría a que descubra espontáneamente a través del juego con agua y pigmentos naturales de nuestro entorno (tierra, cúrcuma, hojas machacadas, remolacha, chocolate...) la posibilidad de dejar una huella y el deseo de que perdure o de "llevársela del suelo" (antes de introducir el papel).
- Esperaría a que descubra espontáneamente que los colores cambian según la concentración de solutos (más claro, más oscuro...) y que disfrute haciendo mezclas con cucharitas palitos y pinceles.
- Sólo después ofrecería pintura y empezaría sólo con los colores primarios hasta que aparezcan los otros colores con las mezclas que vayan surgiendo.
-Dudo cuándo sería mejor (si lo sería) ofrecer modelos de cuadros variados: abstractos, figurativos... y cuándo que me vean a mi pintar por el placer de hacerlo (Supongo que desde el primer momento, como cualquier otro aspecto de la Vida, pero no sé por qué con la pintura no lo tengo claro).

Como siempre todo ello pasa por APRENDER A ESPERAR por mi parte.

Con el peque será distinto porque la pintura ya forma parte de su vida cotidiana, ja, ja, ja.

sábado, 13 de junio de 2009

Música y danza

Hace tiempo, hablando con una amiga que también educa en casa, comentábamos a raíz de unos talleres de música y pintura que se ofrecían para niños, y que a Naia no le gustaron por dirigidos, que sería muy lindo que las niñas pudieran aprender tanto la música, como la danza, como las artes plásticas... (como todo en realidad) viendo a gente que (sin título de ni escenario, a veces) toca instrumentos con pasión (como nuestro buen amigo Diego), canta con talento y desde las entrañas (como nuestra querida Romana), baila flamenco, español, danza clásica, irlandesa o africana, toca el violín, el timbal o el dijeridoo...
Comentábamos que de esa manera, acercándose al arte de la mano de la emoción... tal vez a nuestros peques les picaría el gusanillo de aprender a tocar algún instrumento, cantar o bailar algún tipo de danza .
Yo tengo ganas de aprender baile español (todo se andará) y como conocemos a una bailarina profesional (mamá homeschooler, además) y profesora de baile... se me ocurrió empezar por ahí.
Pero no hice lo que he descrito, en su lugar el otro día los llevé a la academia de baile español (de esta mamá que conocíamos).
Para mi fué muy fuerte ver a esas niñas pequeñas tan ilusionadas, esforzándose por hacer bien los pasos, ejercitando su memoria, corrigiendo su porte, su... espontaneidad. Mi niña interior deseaba ponerse con ellas a practicar en ese mismo instante.
Pero... como ya sabía (si es que ya lo sabía... ¿para qué fuí?) no había lugar al error, todo está perfectamente estructurado, estipulado, coreografiado... no hay lugar para la espontaneidad ni la creatividad. A la que se equivoca, se la riñe y al final, después de resaltar exclusivamente las cosas negativas... chuches azucaradas para todas (con esto no estoy criticando la metodología de la profesora ni a ella, es muy "buena" profesora (dentro del Sistema y esta Sociedad), simplemente expongo).
Ufffff. Si ya me lo advirtió Romana (otra mami del grupo de homeschoolers de aquí)... pero... sentía que tenía que llevarla, que no dejara de verlo, quería parecer "menos radical", supongo...
A mi hija le llamó la atención durante 20 min. después de los cuales me pidió que quería irse.
Le dije que no podíamos entrar y salir todo el tiempo, que nos habían dejado entrar y por respeto nos iríamos en cuanto acabaran y no hacía falta volver más si ella no quiere. El bebé se divirtió un rato viéndolas moverse.
Al llegar a casa se puso su falda larga y sus zapatos de sevillana y estuvo un ratito taconeando. Sinceramente creo que más por darme el gusto a mi que porque le saliera de dentro. Dos minutos y desnuda otra vez (es su estado habitual).

Por la noche estuve reflexionando:
- Creo que hubiera sido más respetuoso con mi hija dar las gracias a la profesora y marcharnos. Al fin y al cabo YO había decidido ir, (aunque le pregunté si quería antes de entrar), no ELLA.
- Voy a hacer lo que tenía previsto: llevarla a actuaciones (al "openstage" de los jueves, al teatro organizado por la academia de Clown...) conciertos (música clásica o de cualquier otro tipo), fiestas al aire libre (como la de los timbales de Benirrás)... y ya iremos viendo. Vuelvo a mi punto de vista "radical".
- Voy a aprender YO lo que a mi me gusta y que ELLOS decidan lo que les gusta a ellos.

Ayer fuimos al espectáculo de fin de curso de la "escuela de circo" al que fué Naia unas cuantas sesiones pero le coincidía con su hora de siesta y decidió dejarlo.
Ayer le gustó lo que vió. Fué cortito, en mis brazos y en un ambiente conocido, con amigos... y después pudo probar los instrumentos y aparatos y hacer Ella su versión de lo que vió.
Creo que ahora sí estamos en el camino.
El día 28 de junio se celebra aquí una fiesta por la Paz con actuaciones en directo y al aire libre durante todo el día y hasta la madrugada. Para allá que iremos a pasarlo bien.

Calma, calma Mamá (me digo) ....que aún es muy pequeña (Si es que a veces se me olvida).

jueves, 11 de junio de 2009

Los días difíciles

La verdad es que cuando leo los blogs de otras mamis homeschoolers me da la sensación de que todo es perfecto. Parece que no existan días difíciles. Para mí sí los hay.
Llevamos una semana con el bebé muy resfriado y como es normal, más demandante si cabe, yo casi no duermo, con lo cual me siento espesa, irritable y sensible. Naia está demandando brazos, atención exclusiva y se la ve triste y provocadora. "Tú también eres mi mamá""tienes que cogerme enbrazos AHORA" "PUES SI NO ME HACES.... VOY A HACER..." Y así llevamos una semana.
Coincide que papá tiene mucho trabajo, le ve poco y le echa de menos. ¡SI ES QUE SE JUNTA TODO!
Y en estos días difíciles pienso a menudo... estos son los momentos más duros, pero también es verdad que es cuando más oportunidades me ofrecen mis hijos y la Vida para CRECER. Manejar mis emociones, mis actitudes y acciones cuando no estoy con muchas pilas me resulta tremendamente difícil, pero también creo que es de esos momentos de los que mis hijos más se van a acordar y quiero esforzarme por actuar como un buen modelo de enfado. ¡UFFF QUÉ DIFICIL!

Creo que voy a tener que buscar el libro "inteligencia emocional" para niños, no recuerdo la autora, pero me va a venir bien. Y de todas maneras, algo que nunca he de olvidar y que me repito como un mantra es la frase de Rosa Jové:
"Quiéreme cuando menos o merezca
porque es cuando más lo necesito"

Y ésta de Carlos González:
"Trata a tus hijos con el mismo respeto con el que tratarías a tus invitados"

La verdad es que me cuesta un montón cuando mi pequeña "mayor" de 4 años me dice "mira mamá" mientras se pasea por toda la casa con los pies llenos pintura, al mismo tiempo que afirma "y yo no lo voy a limpiar porque no quiero y cada uno hace lo que quiere, Mamá" (nota: por supuesto yo estaba cambiando el pañal del bebé en ese momento). Y me viene a la mente Rebecca Wild con el tema de los límites.

Sí, las mamás unschoolers también tenemos días difíciles.

sábado, 6 de junio de 2009

Cositas que hacemos y con las que crecemos

A Naia le encanta pintarse las manos y plasmarlas en el papel, de echo lo que más le gusta es pintarse y si luego va al papel o no... ¡es lo de menos!.
Aquí está pintando un cartón en forma de tríptico de 4 lados (no sé cómo se denominan) con el que vamos a confeccionar un par de farolillos para cenar en el porchecillo (cuando consigamos librarnos de la plaga de pulgas que nos ha traído Paulina (la gallina) (otro día os cuento el asunto).
Algunas tardes, si Papá no tiene mucho trabajo (es autónomo y tiene cierta flexibilidad horaria), nos vamos a pasear y Naia recorre el paseo marítimo de nuestro pueblo en bici y Kenai se echa una siestecita (en el carro o en la mochila). Normalmente llegamos desde un parque infantil al otro, juega un poco y nos volvemos al primero, pero si hay suerte encontramos cosas interesantes en el Paseo de las Fuentes. Como el otro día, que nos alegró mucho ver a este chico haciendo pompas de jabón gigantes. (Ya nos encargamos de pedirle la "receta" y la subo otro día). Además dejó que los niños probaran, tal y como aparece en la foto.


También nos encanta leer cuentos (yo es que tengo auténtica devoción por los cuentos infantiles ilustrados y se los cuento a Naia desde que tenía 8 meses). A cualquier hora, sabe que para contar cuentos la Mami esta casi siempre disponible. Y es un momento que disfruto de estar juntas y tranquilas (siempre que Kenai accede y se duerme o se come otra cosa que no sea el libro). Papá suele contar el /los cuento/s por la noche, mientras yo negocio con el bebé si dormimos o seguimos en marcha. La verdad es que como de la mayorá de cuentos aún los contamos, no los leemos, las versiones de Papá son mucho más graciosas y pícaras que las mías.

Son pequeñas pinceladas de la vida cotidiana, a ver si otro día pongo más detallado lo que hacemos de forma "rutinaria". aunque creo que será difícil porque mucha rutina no sesguimos a parte de las comidas. Ja, ja, ja.







Sentirnos acompañados

La verdad es que desde que empezamos a plantearnos la idea de educar sin escuela supimos que sería una ventaja conocer a otras familias cercanas con filosofías de vida y estilos de crianza similares y con niños de edades próximas a los nuestros, para poder compartir las inquietudes del camino del unschooling y de la vida misma y para que nuestros pequeños crecieran sintiéndose "como otros", "normales"...
A raíz de estas reflexiones difundimos por doquir la idea de la educación sin escuela y el homeschoolig. Montamos varias quedadas y encuentros, organizamos un grupo de juego para familias homeschoolers de toda Ibiza y poco a poco, de la gran cantidad de gente que se interesaba (veintitantas familias) ... nos fuimos quedando un grupito más o menos constante con el que intentamos reunirnos como mínimo una vez por semana.
Para mi, lo más importante es que mi hija (y pronto mi niño también) encuentra un tiempo y espacio en el que interactúa (si quiere) con niños de edades variadas y que realizamos cosas juntos. Si de ello surgirá alguna amistad duradera o no... será su elección, pero por lo menos yo estoy relajada y tranquila porque las mamás y los papás hablamos mucho de qué esperamos de esas interacciones y encuentros y estamos por los niños. Además yo he encontrado un grupo de nuvos amigos estupendo.
No sólo me relaja saber que compartimos valores fundamentales, también estilos de crianza
y en general solemos enriquecernos con la variedad y de las reflexiones compartidas. No tengo que estar todo el tiempo en tensión por si alguien suelta algún comentario poco "educativo", se pone a fumar, come chuches o pega a sus hijos.
Por lo menos ese día no. Acordamos llevar comida vegetariana o por lo menos lo más natural posible y compartirla con todos después de dar gracias a la Tierra por esos alimentos y después de explicar cada uno lo que ha traído para compartir.
A modo de ejemplo de las reflexiones que nos ocupan: Cuando nuestras hijas deciden no compartir sus própios juguetes... ¿qué hacemos los padres(los de la dueña y los de la que desea el juguete ajeno)? ¿Intervenimos? ¿Las animamos a que compartan? ¿Respetamos el deseo de no compartir? ¿Respetamos la frustración de quien no consigue el objeto deseado?
Estas sencillas cosas del día a día, como el compartir, nos dan para muchas jornadas de reflexión y son, a mi juicio, asuntos de enorme importancia, pues sentarán las bases del desarrollo relacional, lo mismo que las herramientas de comunicación: ¿cómo pedimos las cosas? ¿Cómo nos dirigimos a nuestros hijos cuando estamos de buen humor? y sobretodo ¿Cómo nos expresamos cuando algo no nos gusta o nos enfada o incomoda? ¿Cómo me dirijo a los hijos de los demás?
Lo que yo haga con mis hijos será lo que recibirán nuestros amigos (los padres y los niños).
Por ejemplo: me encanta "escucharme" a través de la voz de mi hija cuando su amiga Inés se
pone a gritarle. La mía le sale con un discurso algo así: "No me gusta que me hablen así, Inés. Dime las cosas bien, así no me gusta. Tú me puedes decir..." y le suelta la frase que desea oir. Yo es que me parto de la risa. (Nota: mi niña tiene 4 años, Inés tiene 2 y medio y habla a media lengua, aunque ellas se entienden de maravilla). O se pone a negociar con unos argumentos que ya quisieran muchos abogados... hasta que consigue lo que desea.

Todos deseamos unas nuevas generaciones que superen las barreras relacionales que las actuales aún no hemos sido capaces de gestionar y que dan lugar a conflictos, guerras y sufrimiento. Por un mundo mejor... deseo que en el curriculum educativo de mis hijos, la gestión de emociones, conflictos y relaciones sea la principal asignatura. Por eso, entre otras razones... presto atención a todo lo que digo y hago con ellos y delante de ellos, porque para mi es muy importante (diría que incluso importa también lo que pienso, aunque no lo verbalice), por eso... Crecemos sin escuela.

viernes, 22 de mayo de 2009

ENCUENTRO DE FAMILIAS HOMESCHOOLERS EN MURCIA

Acabamos de volver de Múrcia.
Por cuarto año consecutivo hemos pasado unos maravillosos días conociendo a otras familias de todo el Estado que escogen educar a sus hij@s en casa.
Todos tan distintos y sin embargo de cada familia nos llevamos algo. Estamos decididos a viajar y profundizar en las relaciones con estas familias en su medio natural, sus hogares. También abrimos las puertas de nuestra casa para recibir homeschoolers encantados de la vida.

En esta ocasión, a diferencia de las anteriores, nos sentíamos "veteranos" en el encuentro.
Me explico: ya no tenemos dudas de nuestra elección. Sabemos qué nuestros peques no irán a la escuela (salvo que ellos lo pidan), que nos definimos como unschoolers y que conocemos nuestros derechos legales. Hemos creado una red social en Ibiza de familias con nuestros mismos intereses e inquietudes, donde nuestros hijos encuentran amigos (niños y adultos) con quienes relacionarse ("socializar") en el marco de nuestros valores "educativos" y el mundo es tan grande...

Del encuentro resaltamos las profundas conversaciones con Ángel, que tanto me hacen reflexionar sobre mi papel en mi relación con mis hijos. Coincidimos ambos que a los niños no hace falta "trabajarles" nada, que somos nosotros, los adultos, quieres tenemos que "trabajarnos" para ofrecernos como guías para nuestros retoños.

También me quedo con las reflexiones de varias madres con niños mayores sobre lo rápido que pasa el tiempo y que a los 11-12 años ya están todas las cartas echadas y que ya poco más puedes hacer. Ya no dependen de ti, ya buscan satisfacer su curiosidad y sus intereses de manera mucho más independiente (algo que no se permite ni se fomenta realmente en la escuela y el instituto). Y que con 4 añitos mi niña mayor es aún muuuuuy pequeña, que su necesidad de contacto, atención única poco interés por otros niños... es totalmente lícita (y es que a veces se me olvida, con el bebé en brazos que Ella también sigue necesitando los brazos y el pecho y que le sigue importando un bledo si hay niños para jugar o no, que para ella son desconocidos y le dan miedo, que lo que quiere es que sus padres juguemos con ella y nos dejemos de charlas).

Próximo encuentro en septiembre. En el mismo sitio. (¡Qué bien! Porque además las instalaciones han estado ¡geniales!)

sábado, 14 de febrero de 2009

Socialización sin escuela

Estas últimas semanas vengo reflexionando en relación a la pregunta (constante y ya un poco cansina) de si mis hijos "socializan suficiente" con otros niños al no asistir al colegio.
Como siempre la presión social tarde o temprano hace huella en mi y me incita a replantearse cómo hago las cosas. ¿Tendrán realmente suficiente socialización entre niños mis hijos?. Y entonces sucede que me pongolas pilas para quedar con otras familias que educan en casa o que aún no lo tienen claro pero que como sus hijos son pequeños, no los llevan al cole ni a guarderías. Sucede en esos momentos lo siguiente: pasamos 2 o 3 semanas sin parara penas por casa, los lunes casa de una familia, los miércoles excursión conjunta para visitar los almendros en flor del Pla de Corona (una preciosidad que merece la pena y que el turismo aún no ha descubierto, afortunadamente); comida en casa con los niños y taller de galletas y baño conjunto con los amigos. El jueves en casa de otra familia nos encontramos con 4 niños más, el sábado cena con amigos, el domingo cumple de amiguitos de 2 años, el lunes quedada en otra casa de familia que tiene animalitos (se juntan 8 niños entre 0 y 4 años, todos sin escolarizar), el martes taller de circo co papi y algunos niños no escolarizados y después encuentro en el grupo de apoyo a la lactancia del que formo parte, con más niños y amigosno escolarizados, el viernes: encuentro de familias que educan en casa y otras que los llevan a escuela libre... por la tarde... cupleaños de amigos escolarizados (9 niños de 2 a 9 años y mi bebé).
¡¡¡AGOTADOOOOOOOOOOOOOOOOOOORRRRRR!!!!
¿QUIÉN DIJO QUE NO SOCIALIZAN?
Lo mejor de todo es que la mayoría de encuentros fueron surgiendo, no estaban muy planificados, otros si, pero lo más importante es que ayer, volví a tomar consciencia de que en realidad no son los niños los que necesitaban socializar, era YO. Mi niña, de buena mañana ya no tenía ganas de salir, prefería quedarse en casita, tranquilita con el bebé y conmigo. sólo necesitaba que yo le dedicara mi tiempo y mi atención, el estar con otros niños la entretenía, pero no la llenaba, sobretodo cuando se juntaban muchosy pasó el día lloriqueando y demandando atención o buscando entre la multitud su espacio de soledad. Solo tiene 3 años y medio. Realmente no, no necesitaba socializar tanto con otros niños. Así que la semana que viene relajaremos los encuentros y los reducirems al tiempo en que disfrutan de estar juntos. Lo demás no vale la pena. Como muy bien me mostró mi compañero esta mañana mientras le comentaba esta reflexión: Es una cuestión de calidad, no de cantidad.

domingo, 8 de febrero de 2009

CRECER JUNTOS...

Es uno de los principales motivos por los que hace ahora 2 años, decidí con el apoyo incondicional de mi Amor Grande, que no deseaba escolarizar a nuestros hijos.
Simplemente deseo estar presente cuando se produzca la magia del crecimiento, del aprendizaje... ¡No me lo quiero perder!.
Lo estuve cuando la mayor encontró el pezón por si sola, cuando, se lanzó a gatear por si misma y cuando brotó la primera palabra de sus labios ("Papá"). Cuando dió sus primeros pasos sin ayuda, cuando descubrió que podía saltar sola desde el escalón, hacer una voltereta o abrocharse un botón. Cuando sonrió de satisfacción por haberse vestido y calzado o aprendido a nadar sin ayuda. Cuando reconoció su nombre escrito en el servilletero de papel, cuando "dibujó" sus primeras letras y fascinarme con su evolución. Alucinar con el proceso de escribir su nombre... Derretirme de placer al verla contar espontáneamente, añadiendo y restando unidades con sus deditos y deleitarme con las composiciones y letras que inventa para las canciones que crea.
Deseo estar así mismo con mi retoño de apenas unos meses pero que crece a un ritmo de vértigo,
sin más prisa ni presión que el ritmo que escojamos ese día, según el sol, el viento... la luna...

Deseo Crecer con ellos. Compartir mis intereses y mi propio crecimiento para que tomen de ello aquello que les plazca. Darles mi Amor y protección, mi confianza en sus capacidades para autorregularse y desarrollarse. Ofrecerles el entorno que permita desplegar su curiosidad y creatividad innatas y alentarles a aprender a aprender.

Y sobretodo deseo Conocerles. Permitir florecer a su Ser interior. Aprender juntos. Con contacto, con cariño y con tiempo para ello.

Llevarlos a la escuela no me permitiría hacer todo ésto. Por eso y por muchas otras razones que ya iré comentando, nuestra escuela es LA VIDA.