domingo, 6 de junio de 2010

PRIMAVERA

Me encanta la primavera. Sus colores, sus perfumes. Los brotes de las flores (vinagrillos, tulipanes, margaritas, amapolas...)y de las hojas nuevas, tiernas, que aparecen por doquier.
Me encanta la fruta que llega como símbolo de la nueva vida que empieza con la mágica luz del sol en primavera: primero los nísperos, las fresas, después los albaricoques y tras ellos las tan esperadas CEREZAS, que en casa tienen un "algo" especial ya que el cumpleaños de N. suele coincidir con la llegada de tan maravillosos frutos, además es una de las frutas que más me gusta a mi y a ¡Ella!. Así que nos pasamos las semanas observando el cerezo con devoción y cuidándolo con esmero. Este año, además hemos plantado frutales: un albaricoque, dos aguacateros, un almendro, un nogal, un naranjo y un mandarino.

Y entonces... ya no podemos estar destro de casa. Y la hamaca, las bicis, la tierra, la playa... ¡NOS ESTABAN ESPERANDO!

Y ahora le toca esperar a las montañas de ropa por doblar y guardar, al polvo del salón... y demás.

lunes, 26 de abril de 2010

INVIERNO


Llego a escribir como con una estación de retraso, pero... en invierno escribí sobre lo que hicimos en otoño y ahora, ya en primavera... me animo a escribir sobre el invierno.

La verdad es que un año má el invierno ha sido introspectivo, recogiditos en casa asomando el hocico lo justo y no más.
Con el tema navideño un año más he sufrido un poco de crisis: no me acabo de decidir si Papá Noel, Reyes, los dos o ninguno (si es que me parece de lo más comercial, pero en el fondo me hace ilusión). Finalmente una vez pasadas las festividades decido que el año que viene quiero que los regalos sean hechos por nosotros (este año han sio instrumentos musicales) y en lugar de empapelados... que sean envueltos en telas preciosas y lazos bonitos (material reciclable). (Si. He leído mucho a Amanda Soule).

Como en casa no ponemos Nacimiento, pero sí lo monté en casa de mis suegros, decidí hacer una adaptación para nuestro hogar: un bosque de hadas, que nos ha dado muchísimo juego (especielmente después de leer "Los niños del bosque, de Elsa Beskow".

miércoles, 30 de diciembre de 2009

Mesa de las estaciones : Otoño

Inspirada en la pedagogía Waldorf y la importancia de conectar a los niños y hacerles tomar consciencia del paso de las estaciones y los cambios que con ello acontecen, me animé a proponerles hacer una mesa de las estaciones.
Hemos empezado con la mesa del otoño.

La idea consiste en ofrecer un espacio a los niños (y a los mayores) donde ir colocando todos aquellos "tesoros" que encontramos en la Naturaleza: un centro de frutas o semillas, hojas, piedras, animales (de madera o fieltro o lana) mejor elaborados por uno mismo o por ellos y que nos inspiren en ese momento. Es como salir al exterior y traernos un poquito de otoño a dentro de casa, para seguirlo disfrutando también.
Nosotros colocamos tres velas (inspirada en "la trinidad: Tierra, Alma, Sociedad" que propone Satish Kumar)para recordarnos la importancia de las relaciones con Uno mismo, con los demás seres y con la Madre Tierra. También pusimos granadas, castañas, almendras, el farolillo de calabaza que hicimos, almendras y castañas. Piñas y piñones que recogimos en el bosque. Unas piedras con líquen y otras con musgo y unas setas talladas en madera que encontré en el mercadillo de segunda mano, además de la pareja de gnomos amorosos que nos acompaña desde hace años a Papi y a mi. Incluímos también una pareja de ratones tejidos a mano por una ancianita amiga nuestra que simbolizan la cosecha y el guardar cuando hay, para cuando no hay. y... ya no sé cuantas otras cosas más que los niños traen y se llevan.

Celebrando el otoño

Aunque ya no estamos en otoño, me apetecía poner aquí algunas de las cosillas que hemos hecho y que me gustaría que formen parte de nuestros "rituales" para esta estación.
A principios de otoño (que por cierto éste año ha sido de lo mas caluroso en Ibiza) celebramos una merienda de bienvenida al otoño o fiesta de la primera cosecha.
Cosechamos los primeros melocotones de nuestro pequeño melocotonero, asamos mazorcas de maíz y comimos pan asado a la leña. Me hubiera gustado hacer muñecos con las mazorcas de maíz, paro otro año será.


A finales de septiembre o primeros de octubre, ya no me acuerdo, celebramos la fiesta de la segunda cosecha (fiesta pagana de veneración a la Tierra y sus frutos, conocida como Mabón).

Centro para dar gracias por los frutos de la cosecha: granadas, uvas, las primeras nueces y algunashierbas medicinales, además de una liebre de pasta de sal como ofrenda a "las hadas de la cosecha".

Haciendo pan con los amigos (la panificadora se encargó de tener la masa lista para cuando pudimos amasar)

Nos pusimos coronas de hiedra y nos vestimos de "cosechadores" o de "baccos".

Cosechamos granadas, pisamos uvas y bailamos alrededor de la hoguera entonando cantos de otoño y de reverencia a la tierra. Os pego una que nos inventamos mi niña y yo el año pasado y otra que nos ofreció Rocío (creo que basada en un mantra de La casita verde.

"Avuí és la festa de les fades,
estem a la tardor
i ens ho pasem millor,
la, la, la, la.
Avuí és la festa de les fades,
estem a la tardor
i ens ho pasem millor,
la, la, la, la.
I cantarem,
i cantarem.
I ballarem
i ballarem
i tots juntets molt bé ens ho passarem!
I estem ballant,
i estem ballant.
I estem cantant, i estem cantant.
I tots juntets
molt bé ens ho estem passant!"


Y aquí va la de mi amiga Rocío:
"Tierra es tu cuerpo.
Tierra es tu cuerpo.
Agua tu sangre.
Agua tu sangre.
Aire tu aliento,
aire tu aliento.
Y fuego tu espíritu.
Y fuego tu espíritu"


Y así jugando, bailando, bebiendo el mosto que habían pisado las niñas y los niños... pasamos una tarde muy agradable entre amigos celebrando la suavidad del otoño ibicenco.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Inspiración Waldorf cuando crecemos sin escuela

Pues la verdad es que me apetecía mucho colgar ésto aquí (es un post que escribí hace tiempo en un foro de homeschoolers) y os cuento por qué.

Uno de los motivos por los que crecemos sin escuela son los valores en relación a la Madre Naturaleza (o mejor dicho, la ausencia de ellos) que se da en las escuelas. Aunque es cierto que la ecología, la sostenibilidad y el respeto al medioambiente están de moda, lo cierto es que se abordan de manera superficial, a mi modo de ver.
Para mi, la reverencia ante la Naturaleza y todos sus elementos, el respeto y el despertar (o cuando menos el no cohibir o adormecer) la manifestación innata de asombro y veneración hacia lo natural y la Tierra, son tan importantes como el vivir el presente y que mis hijos puedan crecer con plena consciencia del aquí y ahora.

Y ¿qué tiene que ver esto con la pedagogía waldorf? Pues para mi mucho. A continuación os cito unas cuantas ideas fundamentales de esta pedagogía y que, personalmente, me atraen (también hay aspectos que no me llaman para nada, pero ahora no vienen al caso y si os interean mucho lo pongo en otro apartado).

1- Se da mucha importancia a la ritmicidad. Ritmos (que no es lo mismo que horarios) de alimentación, actividad, descanso... Ritmos personales (autorregulación) y ritmos estacionales y para ello propone la celebración de festividades relacionadas con las estaciones y los ciclos naturales, así como todas las actividades de preparación de las festividades concretas: en otoño: fiesta de la segunda cosecha (nosotros celebramos Mabón, que es como se conoce esta fiesta pagana), la "trencada" o la castanyada y que se corresponde en fechas con la fiesta anglosajona de Halloween y la festividad cristiana del día de todos los Santos. En invierno: el adviento anterior a la celebración del Yule (fiesta del solsticio de invierno) o la Navidad... y así en todas.
Para mi es algo natural, espontáneo, fijarme en los cambios que se producen en la naturaleza y por tanto en nuestra alimentación, ropa, juegos, canciones, cuentos...

Centro de adviento hacia la Luz del Solsticio de invierno

2- Se da mucha importancia a los materiales con los que interactúan los niños.

Éstos deben ser bellos (habrá que ver qué entiende cada uno por bello) y fabricados con productos naturales biodegradables, ante todo. Lana, telas, madera, fieltro de lana, muñecos de tela, tricotados o de ganchillo, telares, carpintería... Es importante que no sean juguetes excesivamente cerrados en sus posibilidades de juego y que puedan “crecer” con los niños (por ejemplo: las muñecas de tela suelen tener caras sin rostro o con los ojos, nariz y boca a penas insinuados, de manera que se facilite la creatividad en la expresión que el niño decida otorgar) y así todo lo demás… Además esto es muy importante porque pone al niño en contacto con la artesanía y por ende con el artesano y su labor. Y sobretodo estimula la creatividad de los niños a construir sus propios juguetes. Realmente hacen falta muy poco "material" entendidos como "juguete" para que un niño/a sea feliz y disfrute jugando. Tal y como decía el mismo Rudolf Steiner, "a lo sumo una muñeca, una pelota, una cuerda y un triciclo", eso si, siempre y cuando los niños puedan estar en la naturaleza gran parte del tiempo.(Reflexión que me viene a la cabeza más y más estos días de fiestas y regalos).

3- El arte tiene una importancia capital como forma de expresión del Ser en desarrollo. Es todo un máster el cómo enseñar arte en las escuelas waldorf, pero yo me quedo con la idea de la importancia de ofrecer herramientas, materiales… que permitan aflorar el arte: instrumentos musicales variados, danzas, canciones relacionadas con las estaciones y las emociones, pinturas con los colores primarios para que por si mismos puedan descubrir los secundarios, terciarios… Como decía más arriba, ésto va de la mano de la artesanía. POdemos darle valor a aquellas cosas hechas a mano, con paciencia y cariño, por encima de la estética, la moda o la publicidad. (Por suerte para nosotros, que no vemos televisión, aún podemos librarnos un poco de la influencia de éstas)

Pintando hojas de los colores del otoño con cúrcuma, chocolate y canela.

Hay más cosillas, como la importancia de leerles y contarles cuentos para el aprender a leer, escribir, pero también para soñar y jugar. Las letras y los números se introducen de manera vivencial y artística, a través de dibujos, historias...Y lo mismo sucede con las mates o la música. (Que de momento sigo investigando el cómo se acabaría de plasmar en nuestro día a día, pero bueno).

Vaya tocho me ha salido.
¡¡ES LA PASIÓN DE LO QUE ME GUSTA!!!

Algunos blogs que me han inspirado són el de María y el de Waldorf Mama , así como el blog the magic onions

A raíz de intentar entender estos blogs, se me despertó de nuevo el interés por recuperar el inglés y ahora ando leyendo (diccionario en mano) el libro "the Children´s Year" que aporta fantásticas ideas para trabajar las estaciones a través de manualidades y ropa para las diferentes festividades y acontecimientos propios de las estaciones.

Por otro lado, otro libro que me está encantando por su sencillez y profundidad al mismo tiempo es I love dirt. Sencillamente genial. Una aproximación a la naturaleza y sus cambios desde la experiencia vivencial con ojos de niño y acompañamiento de anciano del bosque.

Con este fresquito... apetece quedarse en casita calentito y salir sólo cuando el cuerpo pide un poco de aire fresco (no a las 8h de la mañana para ir al cole, claro. ¡Pues eso es lo que haremos!.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Así estamos

¡Cuánto tiempo sin pasar por aquí...!
La verdad es que ya tenía ganas, pero no sé cómo lo haceis las otras mamis, pero yo no soy capaz de organizarme para escribir, tener la casa, comida y colada en mínimas condiciones higiénicas y además... atender a mis niños como quiero.
Si, si ya sé del carnaval de blogs sobre eltema. Me encantó leerlo, pero por supuesto no llegué a tiempo.
Voy a intentar resumir el momento educativo por el que estamos pasando y a ver si puedo escribir un poco más, para no sentir que se me acumula el trabajo. Ja, ja, ja.
Después de mucho leer sobre formas de educación en casa, la verdad es que aquella con la que más nos identificmos por el momento es con el unschooling. (Ver uschooling unmanual) Pero al mismo tiempo, por mi especial interés o conexión con la Naturaleza y la Madre Tierra, me resultan una maravillosa fuente de inspiración algunas ideas de la pedagogía Waldorf y he encontrado unas maravillosas páginas web y blogs (gracias a Maria de "mermelada de naranjas amargas") con inspiraciones maravillosas sobre libros, artesanía manual, celebraciones y ritos relacionados con la naturaleza y el paso de las estaciones, ¡hasta el punto de haberme despertado el interés por recuperar mi inglés perdido y volver a empezar a leer en el idioma de shekaspeare años después de haberlo abandonado por completo!. Si es que no hay nada como la motivación por aprender.
OS cuento un poco los libros que ultimamente andamos leyendo por casa:
- I love dirt.
- The children´s year
- The creative family
- Unschooling unmanual (lo ha leído Israel y está traduciéndolo conforme puede)

Como estamos en las fechas que estamos, hemos celebrado el solticio de Invierno, Yule (nombre de la festividad pagana del solsticio de invierno) con los amigos (lo cuento con detalle en otra entrada, si me datiempo). Y para la ocasión encargué el cuento : El huevo del Sol, de Elsa Beskow. Y de la misma autora "Los niños del Bosque"
También he encontrado otra pequeña joya a la que no me he podido resistir y que ya veré cuando hago entrega: "La gran Mamá hace elmundo" (visión altrenativa a la visión paternalista que estos días se ofrece con motivo de la navidad de los orígenes de la Creación, en versión cuento).
En fin. Andamos liados saludando al invierno, cambiando la "mesa del otoño" por la mesa del "invierno". Este, por ser elprimer año y como en Ibiza no nieva, me he inspirado en la página web "the magic onions" y vamos a montar una especie de paisaje de bosque mediterráneo para hadas. Ya pegaré alguna foto.
Y navidad, y me paso el día cocinando y mirando al bebé que ya anda y corretea por todo. Y aunque estoy intentando que estas navidades sean lo más naturales y artesanas posibles (decorando con adornos hechos en lana, galletas...)... no sé si lo voy a conseguir (cuesta librar a los niños del embrujo de las bolas de plástico, JA, JA, JA.

miércoles, 1 de julio de 2009

Autonomía

Hoy, por primera vez desde que nació Naia ha decidido que quería ir a comer a casa de su amiguita T.
Estábamos en la playa con ésta familia y T (medio año mayor que mi niña) le ha comentado que si quería ir a comer a su casa. Ha venido y me ha pedido permiso. Le he dicho que por mi sí (con cara de "es lo más natural del mundo" mientras yo por dentro mio flipaba, porque hasta ahora nunca le interesó algo así a no ser con mi madre o mi hermana).
He acabado de concretar con mi amiga que me avisaría si se cansaba o en cuanto quisiera que la fuera a buscar y... ¡ya! - ¡Adiós mamá!-
¡SE ME HA HECHO MAYOOOOR!

He pasado las siguientes 3 horas pendiente del teléfono hasta que he recibido la llamada. ¡Y he volado a buscar a mi Niña! ¡Tenía tantas ganas de verla, de que me contaran qué tal la experiencia...!

Todo ha ido genial, por supuesto y aunque tenía muchas ganas de venirse a casa me ha preguntado si otro día puede volver. ¡BUENA SEÑAL!

La verdad es que aunque prefiero que pase la mayor parte del tiempo con niños educados en casa y muchas "maneras" de esta amiguita no me gustan (y soy totalmente consciente de que son producto de la escolarización), lo cierto es que compartimos con esta familia muchos de los valores fundamentales para nosotros y mi amiga muestra un sincero respeto y aprecio hacia mi hija desde siempre y claro, Ella lo nota y a la vista están las consecuencias.
Además Naia necesita relacionarse también con algún niño/a mayor que ella (ya que en el grupo de familias que educamos en casa, Ella es la mayor). Y... prefiero que sea con estos niños a que busque amistades con las que no compartamos nada de nada (Aún así me aguantaría, son sus amisstades, no las mías).

En fin, que todo llega, aún cuando creemos que no, Ellos se manifiestan preparados y confiados si somos capaces de esperar y aguardar a que llegue su momento, sin prisas, sin forzar...