jueves, 18 de junio de 2009

Pintura

Llevamos una temporada con bastante color en nuestras vidas y en particular en el cuerpo de Naia.

"¿Mamá quieres que te pinte a ti también?"

Creo que a estas alturas lleva ya unas 8 o 9 capas de esmalte de uñas en las manos y los pies. ¿Quién dice que para trabajar la motricidad fina -pintar sin salirse de una superficie definida- hace falta hacer fichas?


"Estoy disfrazando (maquillando) a mis bebés"

Yo trabajandome mi tolerancia y respeto hacia lo que Ella decide hacerle a SUS juguetes después de avisarle de que el esmalte no se quita.


"¡Míra! Soy un tigre!"


"Estoy poniendo sabores"
"el amarillo...de limón..., el marrón... de chocolate"
"¿Y el blanco?" pregunto.
"El blanco de nube, claro"
Yo: "¡claro!"


"Un pastel para que Inés lo corte en su casita"

Luego se acordó de que un día nos pintamos los pies y dejamos las huellas en el papel. Me pidió que la ayudara y estuvo dejando lindas pisadas de colores sobre el papel... y la cosa degeneró cuando empezó a bailar por toda la casa en el momento el que me fui a cambiarle los pañales al bebé. ¡Pero eso es otra historia!

Decorando con los amigos La Casita de Inés


Lo mejor es que disfruta tanto pintando... pintándose...
¡como con el fregoteo posterior!

La verdad es que me encanta verla disfrutar con la pintura. A mi siempre me ha gustado mucho pintar y dibujar y le ofrecí pintura desde que se mantuvo erguida.
Algo que hice con Naia y que hoy haría distinto fué pasar directamente a la pintura (al agua y ecológica) antes de esperar a que tuviera el deseo de representar algo. Antes de que me lo pidiera.
Le di colores y pinceles y luego me di cuenta de que a Ella lo que le interesaba era la textura, la temperatura..., no poner algo en el papel.
La pintura no era el medio, era el fin.
Intentando deshacer lo hecho, le propuse pintarnos las manos y plasmar la huella en el papel y una vez más la volví a dirigir.
Desde entonces ha estado haciendo Eso. Bueno básicamente pintándose una capa tras otra de pintura en las manos... luego incorporó barriga, pies... Hasta que el otro día pintó espontáneamente un "cuento para Inés" y dibujó (con pinceles) un sol y escribió su nombre. (Desde los 3 años y medio empezó a dibujar personas, luego soles, luego mariposas y frutas, pero siempre con ceras o roturadores, nunca con pintura).

Creo que hoy yo lo haría diferente, haría lo siguiente:

- Esperaría a que descubra espontáneamente a través del juego con agua y pigmentos naturales de nuestro entorno (tierra, cúrcuma, hojas machacadas, remolacha, chocolate...) la posibilidad de dejar una huella y el deseo de que perdure o de "llevársela del suelo" (antes de introducir el papel).
- Esperaría a que descubra espontáneamente que los colores cambian según la concentración de solutos (más claro, más oscuro...) y que disfrute haciendo mezclas con cucharitas palitos y pinceles.
- Sólo después ofrecería pintura y empezaría sólo con los colores primarios hasta que aparezcan los otros colores con las mezclas que vayan surgiendo.
-Dudo cuándo sería mejor (si lo sería) ofrecer modelos de cuadros variados: abstractos, figurativos... y cuándo que me vean a mi pintar por el placer de hacerlo (Supongo que desde el primer momento, como cualquier otro aspecto de la Vida, pero no sé por qué con la pintura no lo tengo claro).

Como siempre todo ello pasa por APRENDER A ESPERAR por mi parte.

Con el peque será distinto porque la pintura ya forma parte de su vida cotidiana, ja, ja, ja.

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